Profe Clau
sábado, 11 de junio de 2011
Cuentos tradicionales: trabajando la argumentación
La argumentación a partir de cuentos infantiles. Revista Mexicana de Investigación Educativa
La sala 4 de delitos criminales del bosque
La sala 4 de delitos criminales del bosque, tras un largo y tortuoso juicio ha expedido su fallo en el caso: "Caperucita Roja contra El Lobo Feroz". Esa corte dictaminó lo siguiente:
Visto y considerando:
1) Que Caperucita no desconocía que podía encontrarse con el Lobo.
2) Que tampoco era ajena al hambre del Lobo, ni a los peligros del bosque.
3) Que si le hubiera ofrecido la cesta de la merienda para que el Lobo calme su hambre, no habrían ocurrido los sucesos referidos mas arriba.
4) Que el Lobo no ataca a Caperucita de inmediato, y que hay evidencias que primero conversa con ella.
5) Que es Caperucita quien le da pistas al Lobo y le señala el camino de la casa de la abuelita.
6) Que la anciana es inimputable ya que confunde a su nieta con el Lobo.
7) Que cuando Caperucita llega y el Lobo esta en la cama con la ropa de la abuela, Caperucita no se alarma.
8) Que el hecho de que Caperucita confunda al Lobo con la abuelita demuestra lo poco que iba a visitarla, hecho que tipificaría un abandono de persona por parte de la joven Caperucita.
9) Que el Lobo, con preguntas simples y directas, quiere desesperadamente alertar a Caperucita sobre su posible conducta.
10) Que cuando el Lobo, que ya no sabe que mas hacer para alertarla, se come a Caperucita, es porque ya no le quedaba otra solución.
11) Que es altamente posible que antes Caperucita hiciera el amor con el Lobo y lo disfrutara.
12) Que la versión de que Caperucita, cuando oye la pregunta del Lobo: «Adonde vas?» responde: «A bañarme desnuda en el río...», cobra cada día mas fuerza.
13) Que se desprende del punto anterior que es Caperucita la que provoca los más bajos instintos, brutales y depredadores, en la pobre fiera.
14) Que el Lobo ataca, pero tal hecho corresponde a su propia naturaleza y a su instinto natural y animal, exacerbados por la conducta de la susodicha Caperucita
15) Que párrafo aparte para la madre de Caperucita, quien exhibe culpabilidad por no acompañar a su hija.
Por todo lo antes dicho, se revoca el fallo de Cámara, absolviéndose al Señor Lobo y se dispone además:
a) Apercibir a la familia de Caperucita, imponiendo a la abuela presentarse en hospital a designar, para su observación gerontologica,
b) A la madre apercibirla para que cumpla correctamente con sus deberes de madre.
c) A Caperucita trabajo comunitario en el Zoológico Local para conocer acabadamente la naturaleza y el instinto animal.
Aclarase asimismo en el presente fallo que este proceso no afecta el buen nombre y honor del Señor Lobo.
Cualquier parecido con la realidad, es pura coincidencia...

Visto y considerando:
1) Que Caperucita no desconocía que podía encontrarse con el Lobo.
2) Que tampoco era ajena al hambre del Lobo, ni a los peligros del bosque.
3) Que si le hubiera ofrecido la cesta de la merienda para que el Lobo calme su hambre, no habrían ocurrido los sucesos referidos mas arriba.
4) Que el Lobo no ataca a Caperucita de inmediato, y que hay evidencias que primero conversa con ella.
5) Que es Caperucita quien le da pistas al Lobo y le señala el camino de la casa de la abuelita.
6) Que la anciana es inimputable ya que confunde a su nieta con el Lobo.
7) Que cuando Caperucita llega y el Lobo esta en la cama con la ropa de la abuela, Caperucita no se alarma.
8) Que el hecho de que Caperucita confunda al Lobo con la abuelita demuestra lo poco que iba a visitarla, hecho que tipificaría un abandono de persona por parte de la joven Caperucita.
9) Que el Lobo, con preguntas simples y directas, quiere desesperadamente alertar a Caperucita sobre su posible conducta.
10) Que cuando el Lobo, que ya no sabe que mas hacer para alertarla, se come a Caperucita, es porque ya no le quedaba otra solución.
11) Que es altamente posible que antes Caperucita hiciera el amor con el Lobo y lo disfrutara.
12) Que la versión de que Caperucita, cuando oye la pregunta del Lobo: «Adonde vas?» responde: «A bañarme desnuda en el río...», cobra cada día mas fuerza.
13) Que se desprende del punto anterior que es Caperucita la que provoca los más bajos instintos, brutales y depredadores, en la pobre fiera.
14) Que el Lobo ataca, pero tal hecho corresponde a su propia naturaleza y a su instinto natural y animal, exacerbados por la conducta de la susodicha Caperucita
15) Que párrafo aparte para la madre de Caperucita, quien exhibe culpabilidad por no acompañar a su hija.
Por todo lo antes dicho, se revoca el fallo de Cámara, absolviéndose al Señor Lobo y se dispone además:
a) Apercibir a la familia de Caperucita, imponiendo a la abuela presentarse en hospital a designar, para su observación gerontologica,
b) A la madre apercibirla para que cumpla correctamente con sus deberes de madre.
c) A Caperucita trabajo comunitario en el Zoológico Local para conocer acabadamente la naturaleza y el instinto animal.
Aclarase asimismo en el presente fallo que este proceso no afecta el buen nombre y honor del Señor Lobo.
Cualquier parecido con la realidad, es pura coincidencia...

Proyecto: Juicio a los cuentos (primer juicio) Caperucita Roja
Fundamentación:
Trabajaremos a partir de las versiones del cuento de Caperucita Roja, porque nos ofrece, la posibilidad de observar la evolución de la literatura destinada a los niños y del concepto de infancia que la acompaña. Abre, también, el armado de un recorrido de lecturas, así como un acercamiento a distintos autores contemporáneos. Centrándonos en el relato de Caperucita Roja, es posible observar esa característica en el tratamiento paródico de los temas y personajes, lo que permite desmitificarlos, transformarlos, ver el mundo desde otro lugar, sobre todo cuando se trata de relaciones de poder. Además, poder apreciar cómo el discurso paródico dice más, cómo agrega nuevas "voces" a la monotonía del discurso directo y obliga a percibir aquello que el discurso directo excluye.
Se trabajará con las versiones de Caperucita Roja de escritores argentinos quienes utilizan la forma de la parodia para las reelaboraciones del cuento. Es decir, la inversión en clave humorística del modelo culturalmente codificado. El efecto cómico puede surgir por la utilización de un lenguaje excesivamente cotidiano (o registro de una jerga que contrasta con el cuento clásico), por el traslado de las situaciones a lugares y un tiempo cercanos a los lectores, y —particularmente— por poner a los protagonistas en papeles diferentes a los conocidos o vincularlos con personajes contemporáneos.Por qué leer este cuento?
Este cuento —como otros cuentos populares— favorece el aprendizaje de formas narrativas y permite el acceso al imaginario humano configurado por la literatura. Además, permite observar la forma en que esos cuentos se fueron integrando en la literatura infantil, en un recorrido que va desde la intención admonitoria de otros tiempos hasta la actualidad donde el énfasis está en el juego literario. Las versiones renuevan significados y ofrecen conexiones con otros discursos, propiciando el ejercicio lúdico de la modificación, lo que hace muy atractiva su lectura. La multiplicidad de lecturas nos muestra la riqueza del relato y, aunque se reiteren estructuras, personajes y conflictos, su poder evocador no se pierde por la potencia de las imágenes que despierta en el lector.
Caperucita Roja, la abuela, el lobo... no se ha ido, siguen vigentes tanto en su papel tradicional como en los lugares de subversión en los que los han ubicado los autores de literatura infantil de los últimos tiempos. Es ahí donde estos conocidos personajes reaparecen para desmitificar actitudes y costumbres. Y para poner en crisis algunos valores y lenguajes a través del humor y la parodia.
Concluimos diciendo que la historia de Caperucita Roja y sus versiones poseen una inagotable oportunidad de lecturas... y no sólo para los niños. Ante la lectura de este cuento a los niños surgen polémicas y diferentes posturas —ligadas sobre todo a la idea de que los relatos para niños o la literatura infantil debe educar en los valores—, muchas veces en detrimento de lo literario y toda su riqueza, esa pluralidad de significados, que incluye riesgo e inquietud.
Objetivos: Que los alumnos· Valoren las posibilidades de la lengua oral y escrita para expresar y compartir ideas, puntos de vista propios, conocimientos, sentimientos, emociones.
· Reconozcan el respeto y el interés por las producciones orales y escritas de otros.
· Tomen confianza en las propias posibilidades de expresión oral y escrita.
· Se reconozcan como lectores de la literatura a partir de la lectura, exploración y disfrute de numerosas obras literarias de tradición oral y de autor, y de la socialización de las experiencias lectoras.
· Logren incrementar el vocabulario a partir de las situaciones de comprensión de textos orales y escritos.
· Reflexionen sobre los procesos personales vinculados con la comprensión y producción de textos orales y escritos.
· Puedan elaborar y participar en el proyecto estimulando y consolidando la convivencia democrática y solidaria.
Tiempo estimado: Mayo, junio y julio
Producto elaborado: Dramatización que se representara a los alumnos de primer ciclo en el mes de agosto.
Áreas involucradas: Prácticas del lenguaje, Informática, Formación ética y ciudadana y Plástica.
Desarrollo:
Se trabajará con diferentes relatos del cuento de Caperucita Roja, versiones fílmicas. Textos argumentativos sobre el “Juicio al Lobo Feroz”. Desde las diferentes planificaciones se les dará las herramientas necesarias para decodificar las versiones analizadas y así comenzar a construir las versiones que les serán propias. Se reflexionará sobre el valor de escuchar, debatir, argumentar, respetar tiempos y crear espacios para desplegar las alas del “arte literario”, vencer el monstruo del papel blanco, y plasmar en el la obra culmine del esfuerzo de todos.
Bibliografía
· "Cruel historia de un pobre lobo hambriento" (en el libro Sapo en Buenos Aires; Colihue, 1989) es el cuento que aporta al relato de Caperucita la visión de los animales del monte, que Gustavo Roldán recrea con acostumbrada ironía en sus libros.
· En el caso de "Cinthia Scoch y el lobo" (en el libro Cinthia Scoch; Sudamericana, 1991) de Ricardo Mariño
· Caperucita Roja (tal como se lo contaron a Jorge) (Alfaguara, 1996), con textos de Luis María Pescetti
· "Carta a Caperucita Roja" de Elsa Bornemann —de su libro Disparatario (Alfaguara, 2000)
· Julio Cortázar también supo transitar esta historia. En Silvalandia (Argonauta, 1984) —con imágenes del pintor Julio Silva a las que Cortázar puso escritura—, se lee el título "Sorpresas para Perrault"
· UN REPORTAJE AL LOBO Feroz” el Corazón Tiene Razones que la Razón Desconoce..."Por Tomás Buch.
· Pixar son los número uno y a los que nadie puede hacer desbancar. ‘La Increíble pero Cierta Historia de Caperucita Roja’
· Caperucita roja Charles Perrault versión española
· Caperucita roja Charles Perraut.
· Dos amigas famosas Silvia Schujer “En cuentos cortos, medianos y flacos, Bs,As: Colihue
· Etc.
Productos:
Elaboraron sus versiones en Word, (aquí los niños/as crearon en conjunto sus relatos). Ingresaron luego a Internet en la búsqueda de imágenes sobre las versiones ya trabajas en los textos; así escanearon el cuento de Pescetti (Caperucita roja (tal como se lo contaron a Jorge). Luego con el material investigado y trabajado utilizaron los programas de prezi y power point. El dia de la presentación se realizo una exposición simulada del “Juicio” en la que interpretaron una de sus versiones. Y como cierre se paso en la pantalla las versiones de Powers Pointe para el alumnado de la escuela.
Caperucita Roja (Perrault)

Un día su madre, habiendo cocinado unas tortas, le dijo:
—Anda a ver cómo está tu abuela, pues me dicen que ha estado enferma; llévale una torta y este tarrito de mantequilla.
Caperucita Roja partió en seguida a ver a su abuela que vivía en otro pueblo. Al pasar por un bosque, se encontró con el compadre lobo, que tuvo muchas ganas de comérsela, pero no se atrevió porque unos leñadores andaban por ahí cerca. Él le preguntó a dónde iba. La pobre niña, que no sabía que era peligroso detenerse a hablar con un lobo, le dijo:
—Voy a ver a mi abuela, y le llevo una torta y un tarrito de mantequilla que mi madre le envía.
—¿Vive muy lejos?, le dijo el lobo.
—¡Oh, sí!, dijo Caperucita Roja, más allá del molino que se ve allá lejos, en la primera casita del pueblo.
—Pues bien, dijo el lobo, yo también quiero ir a verla; yo iré por este camino, y tú por aquél, y veremos quién llega primero.
El lobo partió corriendo a toda velocidad por el camino que era más corto y la niña se fue por el más largo entreteniéndose en coger avellanas, en correr tras las mariposas y en hacer ramos con las florecillas que encontraba. Poco tardó el lobo en llegar a casa de la abuela; golpea: Toc, toc.
—¿Quién es?
—Es su nieta, Caperucita Roja, dijo el lobo, disfrazando la voz, le traigo una torta y un tarrito de mantequilla que mi madre le envía.
La cándida abuela, que estaba en cama porque no se sentía bien, le gritó:
—Tira la aldaba y el cerrojo caerá.
El lobo tiró la aldaba, y la puerta se abrió. Se abalanzó sobre la buena mujer y la devoró en un santiamén, pues hacía más de tres días que no comía. En seguida cerró la puerta y fue a acostarse en el lecho de la abuela, esperando a Caperucita Roja quien, un rato después, llegó a golpear la puerta: Toc, toc.
—¿Quién es?
Caperucita Roja, al oír la ronca voz del lobo, primero se asustó, pero creyendo que su abuela estaba resfriada, contestó:
—Es su nieta, Caperucita Roja, le traigo una torta y un tarrito de mantequilla que mi madre le envía.
El lobo le gritó, suavizando un poco la voz:
—Tira la aldaba y el cerrojo caerá.
Caperucita Roja tiró la aldaba y la puerta se abrió. Viéndola entrar, el lobo le dijo, mientras se escondía en la cama bajo la frazada:
—Deja la torta y el tarrito de mantequilla en la repisa y ven a acostarte conmigo.
Caperucita Roja se desviste y se mete a la cama y quedó muy asombrada al ver la forma de su abuela en camisa de dormir. Ella le dijo:
—Abuela, ¡qué brazos tan grandes tienes!
—Es para abrazar mejor, hija mía.
—Abuela, ¡qué piernas tan grandes tienes!
—Es para correr mejor, hija mía.
Abuela, ¡qué orejas tan grandes tienes!
—Es para oír mejor, hija mía.
—Abuela, ¡que ojos tan grandes tienes!
—Es para ver mejor, hija mía.
—Abuela, ¡qué dientes tan grandes tienes!
—¡Para comerte!
Y diciendo estas palabras, este lobo malo se abalanzó sobre Caperucita Roja y se la comió.
MORALEJA
Aquí vemos que la adolescencia,
en especial las señoritas,
bien hechas, amables y bonitas
no deben a cualquiera oír con complacencia,
y no resulta causa de extrañeza
ver que muchas del lobo son la presa.
Y digo el lobo, pues bajo su envoltura
no todos son de igual calaña:
Los hay con no poca maña,
silenciosos, sin odio ni amargura,
que en secreto, pacientes, con dulzura
van a la siga de las damiselas
hasta las casas y en las callejuelas;
más, bien sabemos que los zalameros
entre todos los lobos ¡ay! son los más fieros.
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